3 Mitos Falsos sobre el Cepillado y la Salud Oral que Debes Dejar de Creer Hoy Mismo
El cepillado dental es el pilar fundamental de una buena salud oral y el hábito más importante que podemos tener para prevenir problemas como las caries y la gingivitis. Es un ritual que repetimos dos o tres veces al día, convirtiéndolo en la primera línea de defensa de nuestra sonrisa. Sin embargo, debido a las prisas o a la influencia de mitos populares, muchas veces lo hacemos de forma incorrecta, y es ahí donde la rutina, en lugar de protegernos, puede estar dañando nuestros dientes y encías.
Indica que, a pesar de cepillarse todos los días, la mayoría de las personas cometen errores por culpa de mitos populares.
Mito 1: Cuanto más fuerte me cepillo, más se limpian.
Desarrolla la idea del daño: Cepillar tus dientes con mucha fuerza puede dañar el esmalte de tus dientes y tus encías. Explica que un cepillado agresivo provoca recesión gingival y erosiona la capa protectora del diente, sensibilizándolo.

La verdad es:
La verdad es: que debe ser un cepillado suave y controlado.
Mito 2: Cuanto más duro sea el cepillo, más limpia.
Desarrolla la idea del cepillo: Un cepillo duro puede causar dolor en la zona entre el diente y la encía y dañar el esmalte. Explica que la dureza es innecesaria y contraproducente.

La verdad es:
Lo mejor es usar un cepillo medio o blando, adaptado a tu sensibilidad y técnica.
Mito 3: Si uso enjuague bucal, no necesito lavarme los dientes.
Desarrolla la idea del enjuague: Si uso enjuague bucal, no es necesario que me lave los dientes. Explica que el enjuague no elimina la placa.

La verdad es:
Es un complemento útil, pero en ningún caso puede ser la única medida. Tiene que acompañarse siempre de un correcto cepillado y el uso de hilo dental.





